En América Latina, las asociaciones que reúnen a las mujeres que participan activamente en el sector vitivinícola, se cuentan con los dedos de una mano. Argentina, la pionera, seguida de Uruguay y Chile la última en adherirse, forman parte de este selecto grupo. Sin embargo, otra jugadora se perfila en el escenario mundial: Mujeres In Taninos (MIT) orgullosamente mexicana.

Mujeres In Taninos (MIT) es un esfuerzo conjunto de Agostina Astegiano, enóloga argentina; Bibiana Parra, de origen colombiano, especialista en comercialización y Joanna Vallejo, sommelier mexicana. Surgió de la necesidad de integrar en una sola entidad a todas las involucradas en el proceso que lleva una botella de vino a tu mesa, desde la cosecha, elaboración, producción, distribución, ventas y comunicación.
Agostina fue la encargada de plantar la semilla de este proyecto en abril de 2020, y que ya cuenta entre sus filas con 117 mujeres que tienen voz y presencia en el ramo del vino mexicano. Para la enóloga, MIT es un instrumento de apertura, ya que de acuerdo con su percepción, en la industria mexicana prevalecen los celos y el resguardo de la información.
Serán tres los pilares de esta organización: El aspecto comercial, cuya función será proporcionar las herramientas más sólidas a todas las integrantes para mejorar las técnicas de venta. Además, “funcionará para crear espacios por y para las MIT, tales como expos y bazares, en las que todas podrán ofertar sus servicios y productos”, indica Bibiana Parra quién está al frente de este comité.
En el brazo técnico, los objetivos son incorporar conocimiento, un área en dónde se han identificado numerosas áreas de oportunidad, además de la actualización en desarrollos y procesos nuevos en la industria. “En este aspecto, que es dónde yo me encuentro involucrada, ya se están llevando a cabo seminarios” comenta Agostina.
Finalmente, el área de marketing y comunicación tendrá como objetivo generar estrategias innovadoras para alcanzar al consumidor final. Para Joanna Vallejo, quién es fundadora y parte del comité, “MIT representa la diversidad y el encuentro entre la mayor cantidad de mujeres dedicadas a la industria vitivinícola en México, que desde distintos ángulos están poniendo muy en alto a la industria y ayudan a que crezca y que se comunique de manera adecuada”.
Entre los objetivos generales de MIT se proyecta la generación de empleos, tender una red de protección, asesoría legal en términos de discriminación, acoso y maltrato laboral, además de establecer tabuladores de sueldos en las distintas posiciones dentro del sector del vino, para que funcionen como una guía para exigir salarios justos.
El camino por recorrer es largo, sin embargo, el panorama es prometedor, así lo ve Agostina: “MIT cambiará el futuro del vino mexicano, porque creo que la industria y la cultura en general en México es muy machista y van a darse cuenta de la capacidad profesional que tenemos las mujeres, y, sobretodo, en la industria del vino. Con esto podemos llevar a México a un panorama internacional muy importante. El mundo se dará la vuelta a mirar a Mexico, porque sus mujeres como profesionales están haciendo inmensas cosas que nos van a colocar en un panorama más vanguardista.”
Y si bien uno de los propósitos es derribar barreras y desigualdades, MIT no se erige sobre el estandarte feminista, “muchos hombres nos van a ayudar con MIT, queremos que se sumen, que nos respeten, que nos valoren y que nos admiren de la misma manera que valoran el trabajo de otro hombre”, precisa Bibiana Parra.
En términos de vino, este es el momento de la poda para MIT, el trabajo y esfuerzo mayor que se traducirá en una cosecha de frutos con gran calidad. El producto final, “embotellado», será un colectivo de mujeres fortalecido, organizado, que sentará las bases de las nuevas generaciones que ayudarán a que la que la industria del vino mexicano se solidifique.